Hay una baja en la ordeña de combustible, pero el flagelo no ha sido eliminado. Entre enero y mayo pasados, las tomas clandestinas utilizadas para el robo de combustible detectadas por Pemex disminuyeron en 31 por ciento.
Fue en enero pasado cuando la actual administración intensificó su estrategia —iniciada en diciembre— para evitar el robo de gasolinas, señaló un reporte de El Financiero Bajío.
Información obtenida por el mencionado diario vía Transparencia revela que mientras en enero se detectaron mil 565 tomas clandestinas, en el quinto mes del año esa cantidad bajó a mil 76 tomas. Es decir, 489 menos.
La cifra de mayo es la más baja desde junio de 2018 y es 20 por ciento menor a la cantidad detectada en el mismo mes del 2018, cuando se registraron mil 348 tomas irregulares.
Jalisco, Guanajuato y Querétaro registraron una baja considerable en este delito. En el primer estado, las tomas clandestinas pasaron de 107 en el primer mes del año, a solo tres en mayo pasado.
Dwight Dyer, consultor independiente y especialista en el tema, dijo a El Financiero Bajío el número de tomas clandestinas encontradas muestra la incidencia de perforación, pero no la cantidad de combustible hurtado.
“No todas las tomas clandestinas son productivas y esto implica que puede haber gente o grupos que perforan muchas veces con la esperanza de tener éxito en algún momento, mientras que otros grupos con una sola toma roban mucho combustible”, explicó Dyer.